Tener una buena comunicación con los superiores o jefes es importante para evitar sanciones.

En virtud del Código Sustantivo del Trabajo que rige a todos los empleados en el país, abstenerse de presentarse a laborar sin una razón válida puede desencadenar medidas disciplinarias por parte de los empleadores, que pueden convertirse en un dolor de cabeza por la severidad de las consecuencias. Si bien nadie está exento de una eventualidad de última hora que termine afectando su día a día y por esto no se pueda presentar a trabajar, siempre es bueno tener una buena comunicación con los superiores.

Estas sanciones, según la norma, pueden comprender desde advertencias oficiales hasta sanciones más severas, que podrían involucrar deducciones salariales por los días no trabajados e incluso, en casos reiterados y graves, la eventual terminación del contrato laboral.

Antes que nada es importante resaltar que el Código Sustantivo del Trabajo estipula que es responsabilidad del empleado cumplir con sus deberes laborales, entre ellos, la asistencia puntual al puesto de trabajo. La ausencia injustificada de un empleado tiene la potencialidad de afectar la operatividad y la productividad de la empresa, lo cual justifica la aplicación de medidas disciplinarias.

No obstante, es esencial que el empleador siga los procedimientos y las regulaciones establecidas por la ley antes de aplicar sanciones. Esto implica brindar la oportunidad al empleado de exponer su versión de los hechos y seguir los procesos de notificación adecuados.

Conforme al artículo 113 del Código Sustantivo del Trabajo, “Las multas que se prevean, sólo puede causarse por retrasos o faltas al trabajo sin excusa suficiente; no puede exceder de la quinta (5a) parte del salario de un (1) día, y su importe se consigna en cuenta especial para dedicarse exclusivamente a premios o regalos para los trabajadores del establecimiento”.

El marco legal establece que los empleados deben notificar a sus empleadores en caso de no poder presentarse al trabajo debido a razones de fuerza mayor, tales como enfermedad grave, accidentes, fallecimiento de familiares cercanos, entre otras causas justificadas. Es crucial que esta notificación sea efectuada en el plazo y la forma establecidos por la empresa.